REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE MI PERIODO DE PRÁCTICAS (AMAIA BERROGI)

Lo primero que me gustaría señalar es que mi experiencia ha sido altamente positiva en todos los aspectos. Si que he podido observar unas pautas marcadas en las normas de convivencia y un gran respeto de los alumnos;  concretamente me sorprendió la gran capacidad de aprender que tenían la mayoría de los niños.

He intentando hacer ver a mi tutora y a las demás maestras mi plena disposición en todo lo que necesitasen. Y todo ello lo hecho a través de unas pautas que a continuación nombro: he propuesto ideas, como algunas actividades para los niños, he colaborado en la realización del proyecto, unidad didáctica, me he integrado bien con los niños.  Aunque hay bastantes aspectos en los que podría mejorar, creo que he sido constante en mi trabajo a pesar de que haya sido poco tiempo.

En cuanto a la filosofía de trabajo del centro y el método de trabajo por proyectos, creo que es muy adecuado y enriquecedor. Exige más tiempo y dedicación por parte de los maestros/as y también por parte de los padres. Y es muy gratificante como los niños disfrutan y se involucran en las tareas propias y como el  espíritu de trabajo impregna a todo el colegio.

Una de las cosas que más valoro de mi experiencia es el haber aprendido que el trabajo con los niños no se puede llevar una programación con rigidez. Estos exigen según las circunstancias que viven, sus necesidades o según los acontecimientos que ocurren; que se traten temas y actividades que se salen de lo previsto. Por ello, es necesario vivir el día a día con los niños para así disponer de una serie de recursos que te permitan ampliar o reducir una actividad, o incluso modificarla por otra más dinámica o breve.

Por otro lado la interacción con los niños ha sido muy buena y conducir una clase ha sido muy gratificante, pues sólo con la experiencia se aprenden cosas que las teorías no pueden enseñar. Lo más difícil con lo que me he enfrentado durante el período de prácticas ha sido sin duda conseguir una buena  dinámica de trabajo en el aula y una  disciplina suficiente.  Primeramente hay que mostrarse firme, pero sin excederse, y eso es algo que sólo y exclusivamente se puede aprender con la experiencia. En este sentido he aprendido de mi tutora muchas formas de tratar a los niños, es decir, sólo conociendo a cada uno de los alumnos a fondo se sabe cómo tratarlos en cada momento. Y en este último aspecto reconozco que en dos meses no se aprende.

           Mi vivencia en el aula me ha hecho comprobar que me faltan unos cuantos recursos a los que recurrir en determinadas ocasiones, es decir para dar una explicación o presentar una nueva información. Pero sabiendo que los recursos son fruto de años de experiencia, creo que es algo que iré adquiriendo con la práctica.

En resumen ha sido una experiencia muy formativa y satisfactoria para mí, no sólo a nivel “profesional”, sino también a nivel humano. Y por supuesto las interacciones con los demás nos hacen aprender muchas cosas nuevas cada día.